La angustia, el sobresalto en el vivir, la ansiedad, intranquilidad y temor bloquean la manifestación positiva del bienestar económico en muchos casos; por lo tanto, aunque se hagan decretos y tratamientos, no funcionan bien y la manifestación se retarda bastante.
Es preciso dejar el temor, la intranquilidad en el vivir, lo cual significa falta de fe en uno mismo y en otras personas, falta de fe en el poder interno que todo lo provee. Tratamientos y decretos meramente repetitivos no dan los debidos resultados, pues son como una debilitada letanía.
LA CONCIENCIA DE ESCACEZ
Las medidas mentales han de ser ampliadas porque la conciencia de escasez limita, empequeñece y perturba la vida. Se precisa cambiarla por la conciencia de prosperidad lo cual requiere práctica, esfuerzo y determinación. Por ejemplo se van a comprar a un supermercado, decídanse por los frascos grandes y no por productos pequeños. Procuren no tener sobresaltos ni temor. Quieten de su camino las ideas de que no hay, no se puede, es caro, no está a su alcance, etc.
No se trata de un logro rápido, ni de un día para otro. Practiquen para borrar esos “no” y decir si hasta que venzan al temor con la serenidad interna, la fe, la paz. Hay que intentar el cambio, esforzarse, persistir. Mientras la conciencia de prosperidad no se abra paso, los resultados serán pequeños. Hay que tener fe y confianza en uno mismo, en las demás personas también, porque fe y confianza son hermanas.
Crea que usted lo merece, suprima el sentimiento de egoísmo y limitación. La fe puede ser el pilar dorado que atraiga todo el dinero que precisa y más aún, Libarse de la incertidumbre y el atraso
DECRETO: Mi vibración personal es equilibrada porque ni me ensalzo ni me rebajo. Tengo la suficiente ambición positiva para querer prosperar en la vida, me esfuerzo por aprender y superarme; pero no me estanco en la rutina de la indolencia. Cultivo los ideales como impulso poderoso para mejorar. Tengo fe en mi mism@, confianza en mi capacidad y posibilidades; por lo tanto, merezco lo mejor y así lo deseo, lo espero con una expectativa alegre y jubilosa. Creo que tengo derecho a ser feliz. ¡Gracias Divina Presencia y Poderes de Luz!
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