martes, 13 de septiembre de 2011

La Vida Familiar- Karmas y Darmas.

Difícilmente, un ser humano reencarna con el ambiente familiar resuelto permanentemente en lo referente al amor y la armonía, como la tierra es un mundo difícil donde se viene a aprender y a superarse, hay que saldar deudas pendientes que son karmas por pagar y eso tiene mucho que ver con la situación familiar no afortunada, existente en bastantes hogares.

La familia, con su ambiente de trato directo y cercano, viene siendo una forma muy eficaz de resolver los karmas procedentes de pasadas vidas y compensar los errores cometidos con otras personas, el daño causado, los viejos rencores y odios. A nivel generalizado, la familia es un instrumento de la Divina Ley de Misericordia y Justicia Impersonal, para superar inarmónicas, rencores, traiciones, desprecios, humillaciones, venganzas, ofensas e incluso asesinatos cometidos en anteriores reencarnaciones; porque puede suceder que quien mato a alguien solicite la oportunidad de ser posteriormente su madre y, de esta manera, compensar su falta de amor.

La ley pone juntos a odiadores y odiados, humillados y déspotas, a seres antagónicos que no se quieren y se hicieron maldades mutuamente. ¿Por qué razón vivir juntos quienes se detestan? Justamente porque tienen que amarse ya que el Amor es el único camino de liberación que existe. Mientras no se compensen las maldades cometidas, unos y otros estarán atados.
El ambiente familiar es también una herramienta valiosa para ir dominando la parte humana y elevarla por medio de nuevas virtudes adquiridas: Fortaleza, comprensión, paciencia, tolerancia, firmeza, rectitud, responsabilidad, etc. Cualidades que constituye bellas formas, como distintos ropajes del Amor y la Verdad.

En la familia, hay también seres armoniosos que se conocieron, se amaron tiempo atrás y están ahí por darma, como recompensa o regalo para armonizar y embellecer la vida en el hogar, dar apoyo y alegría, con objeto de poder superar mejor las dificultades confrontadas en mutua convivencia familiar: Bellos hijos entre hermanos que se odian, madres amorosas y abnegadas, esposas o esposos admirable, abuelos encantadores, tíos amigables, etc. Cada familia está en su lugar exacto, cumple la función que le corresponde ya sea como martillo que golpea, como hiel que se derrama, como bálsamo de amor y comprensión. A base de estas experiencias precisas, los egoísmos se van limando, se compensan maldades y errores pasados, se corrigen apariencias de defectos, hay una sublimación del egoísmo y cada ser aprende lo que debe en su camino evolutivo.

Resulta muy difícil comprender el porqué de los antagonismos y sufrimientos que han de ser soportados a nivel familiar; pero un metafísico si puede entender las causas de las enemistades y dolores. La sabiduría y el amor le dará la fortaleza para afrontar, con éxito, tales situaciones en la vida.

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